Tener conciencia de qué está comiendo una trucha y por qué lo está haciendo, podría considerarse un aspecto central del acierto que configure nuestra presentación. Si bien no quiere significar esto que debamos ser tan pescadores como entomólogos, resulta fundamental conocer la historia natural y el comportamiento de los organismos de los que se alimenta una trucha. Esto incrementará nuestras posibilidades de pesca sea frente a un período oportunista de alimentación como de uno selectivo.
Muchos organismos tienen una historia vital bastante simple. Así es que una pequeña gama de colores de una misma imitación será suficiente para imitar a cualquier individuo, y un par de tácticas de pesca, las necesarias para imitar su comportamiento.
Otros organismos se diferencian por su complejidad al presentar, por ejemplo, entre especies, distintas estructuras corporales, secuencias de emergencia diferentes y modos de ovodepositación también disímiles. Para éstos nos conviene manejar el ciclo vital habitual de la mayoría de los organismos del grupo.
Para saber la historia vital de un organismo basta con conocer la clase o el orden. Con eso es suficiente para informarnos adecuadamente con la literatura existente o en Internet.
Con esa información podremos precisar el conocimiento indispensable de los organismos que habitan nuestra zona de pesca. Conocer los nombres vulgares, sus épocas de eclosión, sus horas más activas, etc.
La diversidad de pesqueros que recorramos y la información que podamos relevar de los organismos que en cada una encontremos, sea en libros específicos, como consultando a los pescadores y guías donde estemos pescando, con el tiempo se constituirá en una incomparable base de datos que colaborará directamente sobre nuestro análisis en cada situación de pesca para tener éxito. Les cito algunos libros centrales en la provisión de este tipo de información: Naturals (Gary Borger), Matching de hatch (Schweibert), La trucha selectiva (Swisher y Richards), por citar sólo tres.
En síntesis, tratemos de conocer la historia vital de los organismos de los que se alimentan las truchas para recién indagar información de los que habitan nuestros pesqueros.
Por ejemplo, las ninfas de efímeras suelen moverse muy activamente durante las dos o tres horas previas a la eclosión. Muchos dirán: "Pero ésto es imperceptible". Y es cierto. Pero conocer el horario en que habitualmente eclosionan las efímeras en nuestro pesquero podrá facilitarnos un cambio en la táctica de pesca. De allí que conocer también de su comportamiento, puede ser clave para nuestro éxito.
Dar con la elección de la mosca precisa y con la táctica de pesca adecuada no es fácil. En gran parte este conocimiento será provisto por la experiencia. pero no suficientemente. Tenemos que sostenerla con información relativa a la modalidad de alimentación de las truchas, y la historia vital y el comportamiento de los organismos que conforman su dieta. Así reduciremos opciones de lección de moscas y aumentaremos nuestras probabilidades de éxito.
Seamos pacientes y cuidadosos, observemos atentamente el río. Es clave. Así podremos pescar con éxito aún en aguas desconocidas.
La fotografía que acompaña este artículo se denomina "A Spent Mayfly" y es del artista fotográfico estadounidense Michael Jensen