… también conocidos como salmones Chinook remontan los ríos de Aysen, Chile, desde temprano en la primavera, hasta fines del verano, cuando llegan a a sus lechos de desove y muerte, en ríos tales como el Alto Simpson, Huemules, Blanco, Toqui y Alto Mañihuales, entre muchos otros.

Bueno, eso era lo que yo y muchos otros creíamos hasta ese entonces, aunque debo hacer una salvedad…Un par de meses antes a la ocurrencia de este relato, estaba con unos clientes en mi casa-tienda-online Chilemoscas.com y mientras estos compraban varios artículos, trancurría la clásica e infaltable charla de pesca, en donde un joven guía insistía con la existencia de un “run” de Kings, entrando a fines de temporada -o sea en Marzo/Abril-. A lo que yo le respondía que estaba equivocado, que los salmones que subían en Otoño eran los Coho.

Finalmente llegó Marzo y ese día en cuestión, me tocaba guiar a dos clientes Chilenos, que a diferencia de la gran mayoría, pescaban solo de spinning y venían de 3 días de pesca bastante lentos – ¡con otro guía, claro está!- y yo, como dueño de la empresa (aquí aprovecho a pasar el aviso) www.flyfishingcoyhaique.com tenía la misión de revertir la situación y lograr en un día, todo lo que no se había podido lograr en los días previos.

Esa mañana mientras tomaba mi café, analizaba mis opciones de pesca como todos los días, considerando todas las variables:

1. El clima. El factor viento es el más importante a tener en cuenta, aquí en la Patagonia.
2. Nivel de los ríos (en los lagos no es relevante).
3. Preferencias de los pescadores.
4. Capacidades de los pescadores.
5. Lugares ya pescados.

Esto en otras áreas puede ser tarea fácil, pero aquí en Coyhaique en donde las opciones se cuentan por cientos, es sin duda lo que diferencia a los “buenos” de los “malos”.
El clima y los ríos estaban en excelentes condiciones. Los clientes venían de pescar 3 días en lagos, así que querían flotar un río lanzando sus rapalas y demás y ver si tenían la posibilidad –remota- de pescar un salmón o una trucha migratoria. Las posibilidades se reducían a 4 ríos, el Blanco, el Mañihuales, el Simpson y el Aysen. Finalmente me decidí por este último, pues el Río Aysen es la puerta de entrada de los salmones a la gran cuenca en que vivimos y pescamos. Además de ofrecer muy buenas eclosiones de Mayflies por esas fechas.
La jornada comenzó bien, con varias truchas tomando los señuelos. Los tamaños no eran malos –entre 0,5 y 1,5 kg.- pero poco lucían con esas “cañotas” de spinning. Luego de un par de horas de buena pesca, estábamos lanzando a los troncos de la orilla y el que estaba adelante -en el bote- se estaba haciendo un festín, por lo que las chances del de atrás eran casi nulas. Así que le dije: “Lanza al medio que igual hay.” A lo que inmediatamente me replicó: “¡Me picó!”. Miro por sobre mi hombro izquierdo y veo un movimiento, como una enorme burbuja en el agua, suficiente para saber que aquello, trucha no era. Podía ser un Coho o un Sea Run –pero en ningún caso un King. Luego de 20 minutos –en los que secretamente, agradecí el hecho de estar usando esas “cañotas”- logramos sacar lo que al final resulto ser –aunque me cueste admitirlo- un hermoso salmón King de diez kg. aproximadamente Ya sabiendo donde estaban, no nos fue difícil clavar siete u ocho mas, aunque –obviamente- se nos soltaron varios, pero finalmente logramos posar con cuatro hermosos Chinooks, todos entre nueve y doce kilos.

Al dia siguiente me repetí el plato, pero esta vez con 2 muy buenos pescadores mosqueros de Australia y tuvimos la fortuna de lograr 2 lindas capturas, que pueden ver en las fotos que ilustran esta historia.

La moraleja está clara –aunque no me gustaría ahondar en ella- ¡JA, JA, JA!
Hasta la próxima aventura…
By Alex Prior – Southern Exposure