Luego de varios meses de preparación, logré armar un viaje de pesca a la provincia de Córdoba. El plan era llegar a las nacientes de un conocido río cordobés en la zona de Los Gigantes, una masa granítica de la cual fluyen ríos y riachos hacia todas direcciones. La caminata era dura, no muy larga, tan solo de unos 4 km pero a unos 1800 mts de altura, subiendo y bajando cerros siempre entre piedras, poniendo a prueba nuestro estado físico.

 La lluvia del día anterior complicaba mucho más las cosas, la caminata debía ser lenta y precisa, y la situación de pesca cambiaba por completo, ya que el río se presentaba turbio y el plan de pescar a pez visto se esfumaba mientras caminaba y veía como de las entrañas de la montaña brotaba agua que formaban cascaditas dignas de contemplar, y que desembocaban en riachos que llegaban al río principal enturbiándolo por completo. La actividad en superficie era nula, tal cual como lo presentía. La caja de moscas secas quedaría cerrada durante todo el viaje. La estrategia de pesca era entonces intentar con ninfas tipo prince, hare ear o soft hackle en tamaños 14# o 12# y streamers tipo mini zonker o wooly bugger en tamaños 10# o 12#, siempre con tippet de 1x o 2x a lo sumo, para evitar los cortes contra las piedras sumergidas que en esas condiciones no se veían, y sospechando siempre encontrar una buena trucha. Pescando los pozones principales me sorprendió no tener pique alguno, supuse que las truchas se habían ido corriente abajo, o peor aún, que ya no estaban. Decidí entonces pescar en las correderas bajas, de no más de 60 cm de profundidad, en donde el agua era un poco más clara. Y en el primer tiro no se hicieron esperar, una hermosa arco iris tomaba la prince con violencia y presentaba una dura batalla. La situación se repetiría en cada corredera, la cual nos daba hasta 3 o 4 truchas. Casi dando por terminada la pesca y llegando la hora de retornar, encuentro un pozón en curva con una hermosa corredera, situación típica de manual, y lanzo el último tiro. Una hermosa arco iris toma la mosca y cuando ya me encuentro próximo a sacarla, apareció de la nada esa trucha, esa que había venido a buscar y que uno sabe que hay pocas.

 Truchas difíciles de engañar que ya han visto de todo: señuelos, moscas, lombriceros, furtivos, etc. Intentaba ayudarla o tal vez sólo por curiosidad se acercó a ver que pasaba con su compañera, y delato su presencia. Saqué la trucha tratando de no perturbar más el pozón, y me aleje del mismo una media hora, tenía que esperar que se calmaran y mientras tanto revisé el líder y cambie el tippet, esta vez 1x, para evitar cortes. La ansiedad me carcomía, pero espere sentado bajo la sombra de un sauce. Revise 20 veces la caja de moscas y elegí una mini zonker negra en anzuelo 10#, esa era la mosca..!!! Me acerque al pozón sigiloso tal como un animal acecha a su presa. Me escondí detrás de una gran piedra y lance un único tiro al inicio del pozón… La mosca entró exactamente al lugar previsto, se hundió y derivo sólo un par de metros. La mosca se frenó y levante la caña, la trucha se había equivocado y caía en la trampa. Enfurecida salió como un rayo corriente abajo, sacó toda la línea y apareció el backing salvándome de perderla. Se frenó y envistió nuevamente corriente abajo, sin poder frenarla y perdiendo la noción de la distancia a la que se encontraba, me adentré al agua corriente abajo siguiendo a la trucha que logré alcanzar unos 200 mts río abajo. La trucha se había refugiado bajo una piedra en la orilla. Logré sacarla, tomar la foto respectiva y devolverla a su pozón..!!! La alegría me invadía, la había encontrado. 

Desarme la caña y emprendí el retorno con una satifacción enorme…!!!