Aprovechando una escapadita a Córdoba, me interné a pescar en lo profundo de las sierras, en busca de alguna de sus buenas arco iris que atesora. Sin más que mi mochila, la cámara de fotos y el equipo de pesca, partí bien temprano al amanecer. Caminando entre quebradas y riachos, cascadas y planicies, descubriendo lugares de extrema belleza, donde normalmente huele a hierbas serranas y donde todavía la mano del hombre no ha hecho daño. Lugares que sin importar si se pesca o no, el viaje ya está pago con el solo hecho de llegar y observar la naturaleza circundante.
Esta vez, el lugar elegido fue una profunda quebrada en las nacientes de un río y luego un pequeño arroyo, que no estaba muy lejos (estimo unos 2 km más de caminata). El río se encontraba muy claro y bastante bajo, por lo que supuse que la pesca iba a estar bien técnica, lideres largos, tippet bien finos, y moscas chicas… todo un desafío.
Como ventaja, se abría la posibilidad de pescar a pez visto y con moscas secas, por lo cual no iba a perder esta gran oportunidad que se me presentaba. Las moscas que anduvieron muy bien fueron la Red Humpy en anzuelo #14 y una Soft Hackle en anzuelo #16 y #18 para las más pequeñas, pero pescándola como seca. Usando siempre líderes largos de 12 pies y tippet finos de 4 y 5x, el éxito estaba garantizado. En algunos pozos profundos use la Prince en anzuelo #12 con muy buenos resultados también.
El secreto: una aproximación lenta y bien escondido, un lanzamiento largo y preciso a unos 2 metros de la trucha y normalmente manteniendo la línea fuera del agua, mucha paciencia y esperar que la mosca derive apenas…y pique seguro…!!!
La mejor trucha, si bien no era lo que yo esperaba ya que no era muy grande, pero si por la odisea que tuve que hacer para llegar, fue una que vi a unos 150 mts debajo de mí en una profunda quebrada. El descenso entre piedras sueltas, helechos y tabaquillos, manantiales y musgos, realmente pondría a prueba mi estado físico. La arco iris, esperaba su alimento inmóvil al final de un run. La estrategia lanzar desde rio abajo, escondido detrás de unas grandes piedras entre un cerrado cañadón, tal cerrado que dificultaba el cast al extremo. Tampoco podía hacer rol cast debido a las grandes piedras que me cubrían. Efectué un solo lanzamiento con una Red Humpy en #14 y tippet 5x por encima de las piedras, el tiempo pareció detenerse, el oído se agudizo al extremo ya que la vista no me servía de nada, y me permitió escuchar el sonido de la trucha saliendo del agua al tomar mi mosca y la fuerte caída en el calmo río. Levante la caña y esta se arqueo por completo, realmente una trucha que recordare por largos años, y que me permitió darme cuenta como un pescador agudiza los sentidos que necesita acorde a la situación de pesca que está viviendo.