Una de las cosas que he descubierto pescando truchas en corrientes rápidas es que muchas truchas permanecen en pequeños espacios de no más de un pie de ancho, usualmente entre ramas bajas o en el pequeño espacio entre dos rocas o un pequeño hueco en la ribera donde no deben estar constantemente luchando contra la corriente. Muchos pescadores prefieren una opción fácil, lanzando en espacios más abiertos, en vez de intentarlo en espacios confinados entre ramas u otros obstáculos.Si no intentas lanzar en estos espacios donde es más complicado, estarás perdiendo buenas oportunidades. Lanza cerca de la orilla, contra las rocas, en aguas de poquísima profundidad, en charcos pequeños como una taza de té: te verás recompensado.
ED ADAMS