Dorados en la Yunga Salteña. Río Dorado y Juramento
Quiero compartir mi experiencia en este lugar único, el cual es extremadamente difícil describir con palabras.
Conocí la existencia de dorados en la Yunga Salteña por casualidad, en el 2010, en un viaje para conocer nuestro norte argentino. Desde ese momento, la idea de ir a pescar esos dorados en un río de montaña y con mosca fue una constante.
En el mes de Julio de este año me contacte con Alejandro Haro (Juramento Fly Fishing) para ver la posibilidad de hacer este sueño realidad. Luego de idas y vueltas, finalmente Alejandro me confirma que se armo un grupo y mi aventura comenzó a tomar forma.
Comencé con los preparativos, a estudiar el lugar. Recopilar información, clima en septiembre, ropa, cuidados… La protec View more...Dorados en la Yunga Salteña. Río Dorado y Juramento
Quiero compartir mi experiencia en este lugar único, el cual es extremadamente difícil describir con palabras.
Conocí la existencia de dorados en la Yunga Salteña por casualidad, en el 2010, en un viaje para conocer nuestro norte argentino. Desde ese momento, la idea de ir a pescar esos dorados en un río de montaña y con mosca fue una constante.
En el mes de Julio de este año me contacte con Alejandro Haro (Juramento Fly Fishing) para ver la posibilidad de hacer este sueño realidad. Luego de idas y vueltas, finalmente Alejandro me confirma que se armo un grupo y mi aventura comenzó a tomar forma.
Comencé con los preparativos, a estudiar el lugar. Recopilar información, clima en septiembre, ropa, cuidados… La protección contra insectos resulto primordial para asegurar una placentera estadía: calzas, ropa técnica de secado rápido y repelente. Mucho repelente.
La elección de las moscas fue otro tema. Como no soy un experto en el tema, lo deje en manos de Lucas Piedrabuena. Sin lugar a dudas, las moscas de Lucas fue la mitad del excito. Preparé dos equipos 8 de acción rápida y uno 6/7, de acción más lenta. Reeles con buen freno, cargados con líneas de flote y sinking tip. Cables de 7x7 y una bolsa de ilusión.
El viaje desde Tandil (provincia de Buenos Aires) a Salta fue todo un tema. Principalmente el vuelo al Salta… Pero finalmente, en tierra salteña, me esperaba Alejandro y su esposa, con una Land Rover cargadísima de provisiones. Ahí me entero que el grupo no se formo, que pescaría solo… En dos horas y media llegamos a la base de operaciones de Alejandro, en la localidad del El Tunal. A la mañana siguiente conocí a mi guía Tommo Baxter. Tom es australiano y debo aclarar que el otro 50% del éxito es de Tom.
Partimos con Tom temprano por la mañana hacia Las Lajitas, después de una hora de viaje estábamos ya metidos en comienzo del monte, hacia lodge donde pasaría mis próximos dos días.
Luego de armar las mochilas elegimos las moscas. Streamers de color negro, negro y rojo, con amarillo, algunas con panza blanca y poco brillo y las ratitas de Lucas
La pesca:
El primer día caminata río abajo para pescar subiendo el río. Una caminata de una hora por senderos próximos al rio, vadeos inevitables pero muy fáciles. En esta ocasión, el agua estaba un poco fría y bastante traslúcida. La presencia de cientos de sábalos denunciaban cualquier movimiento perturbador. Se pesca en cada rincón posible del río con el máximo sigilo posible. Lo ideal es un casteo preciso, depositando la mosca suavemente. Se pesca a pez visto o sobre el veril, en el pozo, entre medio de los palos… Mover un dorado en este ámbito tan sutil y provocar su pique es una experiencia que hay que vivirla… En esa primera mañana solo tres piques. Pasado el mediodía la temperatura cambia y los dorados se mueven, más de 10 piques y tres capturas maravillosas, pero lo mejor estaba por venir. En una de las curvas de casi 90 grados se ve un pozo profundo pegado sobre la margen izquierda, en un barranco, ultima hora de la tarde. Primer tiro un sábalo robado, segundo tiro, pegado al barranco. Mosca negra, deriva corta, un strip lento y una sutil y tímida tomada… En ese instante todo se detiene y la voz de Tom diciendo “clava, clava!” El agua explota y la silueta se una hermosa hembra de unos se deja ver. Fotos, abrazos y al agua. El día termino 15 a 4
El segundo día nublado frío… Río arriba… Si el paisaje río abajo es majestuoso, río arriba es indescriptible. Contra los pronósticos los dorados estaban activos, varios cardúmenes cazando y nuevamente al mismo pozo del día anterior pero con otra configuración, dorados cazando en las correderas. Muy activos y sensibles a los movimientos. Tom me marca varios que salen espantados ante mi mala presentación pero, hay uno grande que se posiciona en una piedra, a unos 15 metros. La mosca pasa justo, la ve, gira y la toma en forma violenta. La adrenalina al máximo, unos minutos de pelea y suelta… La mañana transcurre tranquila y por la tarde nuevamente la acción. Dorados de dos o tres kilos a pez visto, un lujo! Rodeado de un paisaje de otro mundo llegamos al “pozo del surubí”. Un lugar muy particular, el rio en ese lugar golpea la ladera de un cerro en forma violenta y perpendicular, formando un hueco en el acantilado para desviarse en un ángulo de recto. En la corredera, a unos 20m, un grupo de dorados se alimentaba a tiro de caña. Un tiro justo y un monstro toma un streamer marrón. El agua explota, el nudo no aguanta y una verdadera estampida de dorados sale del lugar…. Tom me anima para intentar nuevamente. Un tiro muy largo, hasta el medio de la corredera. Un larga deriva hasta que la mosca entra en la curva, hacia el pozo. La mosca se traba, solo por instinto afirmo la línea y el “tronco” sale disparado hacia la corredera sacando línea en forma descontrolada. En la pausa clavo y el dorado gana el pozo nuevamente. Costó convencerlo para que saliera pero finalmente accedió a sacarse una foto con nosotros. El día termino 13 a 5. Agotadoras dos jornadas, pero plenas de satisfacción, premiando la inexperiencia de un pescador novato en el arte del fly gracias a un gran guía.
El tercer día el Río Juramento. Demoledor, un río de altísima concentración, técnica y resistencia física. El que sabe dominar el arte de la distancia y el cálculo tiene el premio asegurado. Las moscas para el Juramento son grandes, difíciles de manejar. Posicionarlas adecuadamente entre el palerío es todo un desafío. Tom al mando de los remos da las oportunidades justa para el lance, solo uno o dos tiros… La bajada del Juramento duró unas 9 horas que terminó con un score de 14 a 4, con dorados de unos 2 a 5 kilos. Las vacas no aparecieron pero están ahí, detrás de los palos…
Tres días imborrables. Gracias Tommo por tu dedicación y amor a la naturaleza. Gracias a Alejandro Haro y a la familia de Juramento Fly Fishing.