La organización norteamericana KeepEmWet ha seleccionado una serie de consejos a tener en cuenta a la hora de devolver nuestras capturas sanamente a su medio. Incorporando estos tips en nuestras salidas de pesca podemos comenzar a reducir el tiempo que el pez pasará fuera del agua, evitar el contacto entre el mismo y nuestras manos secas, y también limitar su manipulación.
1. Reducir el tiempo de combate
Arrimar un pez lo más rápidamente posible y sin agotarlo puede reducir dramáticamente el nivel de estrés al que es sometido. Para esto es recomendable utilizar equipos emparejados con el tamaño y especie de cada pez; un combate con una trucha de 5 kilos seguramente será reducido más fácilmente si utilizamos una caña #7 y un leader grueso en vez de una caña #4 con un fino tippet, por ejemplo.
2. Reavivar al pez con cuidado
Un pez exhausto necesita ser reavivado. Esto puede hacerse en un río sumergiendo al pez suavemente contra la corriente, de manera que el agua corra hacia su boca y salga por sus agallas. En aguas quietas, se lo puede mover suavemente hacia adelante y hacia los lados para simular la corriente. Se debe evitar mover al pez hacia atrás bruscamente, ya que el agua en dirección contraria a sus agallas puede lastimarlo.
3. Mantener al pez en el agua
No es raro que un pez pueda resbalar entre nuestras manos, es por eso que es preferible mantener al mismo en el agua o apenas unos centímetros sobre la superficie a la hora de tomar la ansiada foto. Hay que evitar colocar al pez sobre la tierra o el bote. De esta manera, si la captura se desliza accidentalmente, caerá de vuelta al agua, evitándose así todo tipo de daño.
4. Usar anzuelos sin rebaba
Se debe aplastar la rebaba de los anzuelos para que estos causen menos daño a la boca del pez y para poder removerlos fácil y rápidamente. Esto es igual de práctico cuando un anzuelo termina clavándonos a nosotros!
5. Llevar copo
Los copos o redes no son siempre necesarios pero ayudan mucho cuando arrimamos un pez, sobre todo cuando pescamos desde una altura o estamos vadeando aguas profundas. También nos permiten mantener a la captura respirando en el agua mientras removemos el anzuelo, la reavivamos y sacamos la foto.
6. Utilizar copos con red de goma
Las modernas redes de goma o silicona, por contrario a las clásicas de hilo o tejido de nylon, son menos abrasivas y están hechas para que las agallas del pez no se queden trabadas o atoradas. Además, los anzuelos se enganchan menos en estos nuevos copos y permiten fotografiar más fácilmente a nuestras capturas.
7. Utilizar pinzas para remover anzuelos
Es muy práctico contar con las pinzas o herramientas especiales para sacar los anzuelos de manera veloz y sin daño.
8. Sacar fotos de peces mojados o húmedos
El pez debe estar en el agua en el momento de la foto. Si se lo llega a sacar del agua, debe mantenerse lo más cercano posible a la misma y debe ser sumergido entre cada foto para que pueda respirar. Idealmente, se debe dejar que el fotógrafo o amigo pescador cuente "1, 2, 3..." para coordinar el momento exacto del click, en el que la captura estará fuera del agua por el mínimo tiempo posible antes de ser sumergido nuevamente en su medio y liberado.
9. No apretar al pez
Los peces tienen órganos sensibles, por eso nunca deben apretarse sus cuerpos. Se debe evitar poner nuestras manos sobre su boca o dentro de sus agallas. Con peces de mayor porte, lo aconsejable es rodear su cola con nuestros dedos pulgar y del medio, y utilizar la otra mano solamente como soporte del pez, colocándola debajo de las aletas frontales.
10. Actuar según las reglamentaciones de cada ambiente
Antes de iniciar una salida de pesca, es importante haber leído las reglamentaciones de cada spot que visitamos. Algunas especies se encuentran amenazadas en mayor grado en ciertos ambientes, y nuestros actos -incluyendo los recaudos a la hora de la devolución- pueden hacer una diferencia notoria al visitar cualquier ambiente de pesca.
Fotos cortesía de KeepEmWet.