Pertenece a una generación que pescó durante la época de oro, una Patagonia apenas explorada, donde una salida de pesca implicaba al menos un mes y el único contacto con la familia era por vía postal. Dueño de una simpleza destacable, extremadamente educado y de gran personalidad, Pedro es un ejemplo a seguir como persona. Su roll cast es conocido en el ambiente mosquero por desafiar las leyes físicas. Nos encontramos en el cierre de la temporada en el rio Limay, Bariloche – Argentina. Se entusiasma como un chico al hablar de su nuevo descubrimiento, “la caña de dos manos”. Es para nosotros un placer compartir con ustedes las vivencias de una de las personalidades de la pesca con mosca Argentina.






FD: ¿Cuando empezaste a pescar? No con mosca, sino a pescar
PG:
Realmente no recuerdo, porque pesque toda la vida. Yo vivo en Tres Arroyos y estoy a 70 km de Claromecó, que es el balneario más grande de Tres Arroyos. Mi campo está a 30 km del mar, por lo que veraneaba todos los años ahí, donde lo natural es pescar. De chico, pescaba en el mar con caña fija de 6 metros, otro tanto de nylon y un corchito con dos anzuelos. Pescábamos pejerreyes en lo que nosotros le decíamos los saltos de piedra, que son formaciones de roca que entran en el mar y son buenas para pescar durante el verano. Ya de más grande pescábamos con reel y cañas de lanzar, en busca de corvina negra entre febrero y marzo. Luego, desde septiembre a noviembre pescábamos corvina blanca. Por último, en el arroyo Claromecó pescábamos bagres y dientudos. 

FD: ¿Cómo fue que llegaste al sur en ese momento donde no era tan conocido y era tan complicado llegar?
PG: Fue en el año 70 que fui al sur por primera vez a pescar, antes había ido de turista. Un tío mío pescaba con mosca, en forma muy rudimentaria, nada que ver con lo que nosotros hacemos ahora. El me empezó a hablar de la mosca, y entonces les encargué a mis padres un equipo de mosca cuando se fueron a Europa. Lo que me trajeron era un desastre, un reel Mitchell automático que cuando sacabas línea le dabas cuerda y cuando apretabas una palanquita recogía…un adefesio! La caña era de cuatro tramos, si le ponías dos y se hacía caña de spinning y si le ponías los cuatro tramos se hacía caña de mosca. 
En aquel entonces, hice un viaje con un amigo a Esquel. Fuimos en marzo y llevamos una lancha e hicimos las tres modalidades: Trolling, spinning y mosca. Me acuerdo que en el Krüger puse mi equipo de mosca y saque una trucha de medio kilo, mientras que haciendo trolling sacamos truchas de dos y tres kilos. La mosca enseguida me gusto y ya en el invierno me compré en Buenos Aires un equipo de mosca en la única casa que había: ¨El Pescador¨, de Jorge Bruzzone. Y como buen pescador de mar me compre lo más grande que había, se trataba de una caña Fenwick, de fibra de vidrio, de 10 pies para línea 9 que era un garrote descomunal con un reel Medalist 1498 de Pflüeger, también el más grande que había. En marzo del año siguiente me casé y a mi pobre mujer la saqué de viaje de bodas al sur. Fuimos derecho a Aluminé, recuerdo que había un temporal que duró tres o cuatro días donde se caía todo y encima no sacaba nada entre otras cosas porque no sabía tirar. Así que aparecí en Junín de los Andes donde estaba todo un grupo de pescadores en la hostería Chimehuín. Había leído un artículo de Zapico Antuña en la revista Safari sobre La Boca del Chimehuín, así que ahí fui, pero no pescaba sino que miraba con largavistas a los que sabían y después me iba a practicar a otro lugar. Así empecé a pescar con mosca, por suerte en ese grupo había grandes personas y un pescador excepcional como el Bebe Anchorena. Él nunca te daba clases magistrales, no era el maestro ciruela, sino que el simplemente pasaba y te decía ¨porque no haces tal cosa¨ y seguía. Paso esa temporada, donde me quedaron grabados los movimientos de cómo se casteaba y durante todo el invierno fui practicando en el campo, donde vivía todo el año. Me pasaba practicando el doublé haul y lo hacía incluso sin la caña, solo con las manos. Trataba de imitar las situaciones de pesca, con viento de derecha, de izquierda, arboles atrás, y de esa manera fui aprendiendo. Llego un momento que de tanto practicar los movimientos me salían tan naturales como si siempre hubiera pescado con mosca. Conseguí equipos nuevos que en ese momento eran de fibra de vidrio o bambú, ya que aún no existía el grafito. Compré dos cañas de bambú por recomendación del Bebe, él mismo me las trajo de los Estados Unidos. Y ya empecé a hilar un poco más fino y a meterme en serio en lo que es la pesca con mosca. Cada vez más equipos, cada vez más técnica, aprender a hacer el roll-cast que para la Boca del Chimehuín era indispensable…y bueno, así fue.
El roll-cast me llevó dos temporadas más o menos, hasta que un día me empezó a salir. Cuando no tenes a nadie que te instruya en el tema, es prueba y error, practicar y practicar hasta que te termina saliendo. Más que en el Chimehuín hay un trayecto desde el puente hasta los “bushes” que no hay forma de pescarlos si no es con roll. Últimamente ni con roll se puede pescar, porque hay tantos arboles que no podes ni levantar la caña, han aparecido en la boca muchos sauces que impiden pescar buenos lugares y por no ser autóctonos habría que sacarlos. Ya el hecho de tener la montaña encima y los arboles nativos, crean una limitante importante.
FD: ¿Como era Junín en esa época?
PG: Cuando fui a Junín por primera vez el camino desde Rinconada era de ripio y las calles del pueblo eran todo tierra y piedra. Los militares estaban empezando a hacer las primeras cuadras de asfalto, en dos años más o menos terminaron de hacer todo el pueblo. Era un pueblo chico, solamente había un barrio del otro lado de la ruta, creo que se llamaba Primeros Pobladores, todo lo que está saliendo para San Martín no existía, se terminaba el pueblo ahí nomás. No había teléfono. Yo me iba a pescar por lo menos un mes y mi mujer siempre me acompañaba. Mis hijos gemelos nacieron en agosto del 72 o sea a seis meses de mi programado viaje de pesca que era en marzo del 73. Mi mujer me dijo ¨vamos a dejar los chicos?” y le conteste “chicos de esa edad en un viaje de pesca no…” A mi mujer le dije ¨la cosa es así; o venís conmigo o me voy solo” Por suerte mi suegra era de fierro y se los dejamos. Ya la había llevado de viaje de bodas a pescar, así que le dije “este es tu futuro” (risas).
FD: Ahora son más bravas…
PG:
Si, es verdad no? En ese aspecto mi mujer me acompaño muchísimo. Lo que pasa es que había un grupo en Junín muy lindo, donde había muchas mujeres, así que tenía para entretenerse. Hacíamos unos picnics fantásticos en el rio. Morena Bullrich, Horacio Quirno, con su trípode donde colgábamos una olla y hacíamos todo tipo comidas, la verdad que la pasábamos bárbaro. 
Recuerdo que para tener noticias de nuestros hijos y mi suegra había que sacar un turno en un tráiler que era el único lugar que tenia teléfono, ibas a las ocho de la mañana y por ahí podías hablar recién a las cuatro de la tarde. Y si no mandábamos carta, parece mentira pero mandábamos carta para avisar que estábamos bien y mi suegra nos mandaba otra carta desde Tres Arroyos. Realmente era toda una odisea. El único restaurant era el de Nicolás el Negro Buancha y la única hostería era la de doña Elena y Don Jose. Un supermercado chico que era de Moises Rocca y unas carnicerías. No había mucho más en Junín. En la hostería comíamos, se desayunaba, almorzaba y cenaba, y si no almorzábamos ahí nos daban como para hacer un picnic en el rio. Era divertido, a mi me gustan esos lugares medio primitivos.
FD: A partir de ahí fuiste todos los años?
PG: Si, todos los años, solo dos temporadas fueron cortas porque mis padres se enfermaron y fallecieron en abril con una diferencia de ocho años, pero después de eso era siempre un mes, de marzo a abril. El quince de abril terminaba la pesca, yo tenía que cerrar la tranquera porque no me gustaba que nadie quedara pescando, siempre quería ser el último en irme.

FD: Como era la pesca en esos días?
PG:
Se pescaba en todos los ríos, no solo en el Chimehuín. Se pescaba muy bien en el Malleo, y se sigue pescando bien aunque antes había truchas más grandes. En todo el río se pescaba muy bien, no había problemas de acceso. En lugares como Tipiliuke estaba Don Andrés Larminat a cargo del campo. Recuerdo que la primera vez que llegue ahí, veo en el mapa que el río corría al lado del camino y digo bueno, me voy a pescar, pero el río corría a 600 metros, dentro de un campo. Tuve la suerte de que cuando iba por el camino una camioneta salía por una tranquera y entonces le pregunto al hombre que la estaba abriendo si podía entrar a pescar y me dice; “el que maneja es el dueño del campo, pregúntele a él”. Y tuve la suerte de que quien iba manejando era Don Andrés Larminat, me presente, y le dije que quería pescar, me dejo entrar y realmente sin saber mucho pesqué muy bien. En la confluencia del Chimehuín y el Quilquihue estaba Thompson que también nos dejaba entrar. La confluencia con el Currhué era de Collunco y Andino Vollman, su administrador, también nos facilitaba la entrada..

En el Chimehuín hay muchos lugares muy buenos. Mi segundo pescado más grande lo saqué en los pozones de la confluencia del Chimehuín con el Currhué, era un pescado de casi 7 kilos y medio en una mañana sin una gota de viento con línea de flote, caña 6 de bambú. Ese fue un pescado excepcional en un lugar bastante difícil de pescar, había que tirar lejos y los arboles atrás estaban cerca por lo que había que mirar muy bien adonde se metía el backcast y después hacer un cambio de dirección para poner la mosca en donde estaban las truchas. Ese día estaba pescando con Julio Rocca Rivarola, cuando tenía la trucha casi varada, Julio para verla bien se pone por detrás de ella y en ese momento la trucha seguramente al verlo arranco para el medio del rio por entre sus piernas, la zambullida de Julio hacia la costa fue impresionante y después que se me paso el susto de casi perderla estuvimos un rato largo riéndonos.
En el Chimehuín se veía mucho pescado, de 3 y 4 kilos eran habituales. Ahora, lo que más me divertía era La Boca. Y también era muy lindo los días sin viento mirar las truchas desde la barranca enfrente a la curva, aprendí mucho viendo como se posicionaban, como se movían y como atacaban.
Todos los años pescaba con un newyorkino que no tenía auto, así que todos lo llevábamos a pescar. Se llamaba Nick Rotz, un gran tipo con quien andaba mucho. Caminábamos por la barranca de arriba y mirábamos los pescados y él me decía que no había visto nunca semejante cantidad de truchas tan grandes en un río como el Chimehuín, que no es un río que da al mar. El pescaba salmones del Atlántico en Islandia y le impresionaba ver el Chimehuín.
Un día sin viento caminábamos con Nick mirando las truchas desde los bushes hacia el puente, habíamos contado como 10 o 12 pescados grandes, así llegamos a los cables que cruzan el rio a unos 20 mts aguas abajo de la Piedra de los 11, en ese lugar hay en el medio del rio una piedra inmensa sumergida, que en esa época de la temporada, su parte superior esta mas o menos a medio metro por debajo de la superficie. Yo miraba con mis largavistas y de pronto veo atrás de la piedra y en el fondo una sombra muy grande que se movía hacia adelante y atrás, tenía que ser una trucha pero como Nick no me decía nada yo también me callaba, me pidió los largavistas miro y yo vi que se le movía la comisura de los labios hacia abajo y sabia que cuando hacia eso era porque que se estaba riendo para adentro, al rato me dice “cuánto pesa?” y yo le conteste “no sé, es una piedra muy grande”. Ese día a las 5 de la tarde me pare en la Piedra de los 11 donde yo considere que era el mejor lugar para hacer pasar bien una mosca por arriba de la piedra, atrás de donde estaba la gran trucha que habíamos visto a la mañana y con una caña de bambú de 9´ para línea 7 que había mandado a hacer a Walton Powell en California y que Nick me había traído. En el primer tiro agarre con una Giddy Blonde (cola naranja, ala negra) mi trucha record en la Patagonia, dejando de lado a la isla. En tres balanzas dio 9.100 kgs de promedio, hasta que llego el Bebe con la balanza en la que había pesado su trucha de 11.2 kgs y canto 8.750 kgs y quién era yo para discutirle algo? Así quedo registrada. Esa noche corrió el alcohol y con Nick casi nos quedamos a dormir en el comedor porque no podíamos subir la escalera a las piezas.
FD: A que atribuís la merma de pescados que hubo?
PG
: Realmente no sé si hay una sola causa, creo que por la pesca deportiva no es. Yo he visto matar, yo mismo he matado al principio 3 o 4 pescados por temporada de los 30, 40, pescados que sacaba al mes. No se mataba como para provocar una merma en la población de truchas. En esa época ya se devolvía. Creo que es el furtivismo en invierno y si no, no sé que es. Pero me acuerdo perfectamente porque me quedo grabado algo que ocurrió, debe haber sido a principios de los 90, estábamos mirando desde arriba de la curva con Jorge Dónovan, Bebe Anchorena y Mel Krieger, y había un cardumen muy grande de truchas muy grandes. Mel Krieger dijo: “creo que estamos viendo el apogeo de este río, creo que de ahora en más esto va a decaer” yo me di vuelta para reírme y pensé, esto no se puede terminar. Fue como dije a principios de los 90 y poco tiempo después empezó la declinación. Cada vez menos cantidad de pescados y más chicos. Y ahora sacar un pescado de tres kilos es un éxito. No sé si Mel tuvo una corazonada o sabía algo que nosotros no, pero así fue. El otro día en Junín estuve con Juan Sacconi, sacó una trucha muy linda en diciembre, un pescadazo. Me mando la foto y le dije “Juan, hace rato que no veo un pescado así en la boca”. Y me dice “creo que yo no sacaba una así desde hace 20 años”. O sea que paso un rato, no? El motivo no sé cuál es. 


Furtivismo hay muchísimo. Ayer en el Limay, veíamos siete tipos con latas a las seis de la tarde por el lado de Río Negro y caminando rio abajo, esos se quedan toda la noche y no lo podes evitar, ha habido violencia, no hay control. También vi una balsa a última hora y un tipo arriba haciendo spinning.
FD: Ya que veníamos hablando del Chimehuín, sos famoso por tu roll cast. Contanos cómo es el equipo que te gusta para hacer roll.
PG:
Una vez que uno aprende la técnica, se puede hacer con cualquier equipo, hasta con un shooting lo podes hacer bien. Yo hago roll con el equipo de dos manos y una línea skagit, que es lo peor que podes usar y se hacen unos rolls fantásticos. El equipo ideal son cañas parabólicas y una línea doubletaper. Pero una cosa es lo ideal y otra lo práctico, como uno va haciendo roll y over head y las DT no son buenas para esto último, lo práctico es usar una WF que son buenas para las dos cosas. Me estoy refiriendo a cañas de una mano. 
Una vez en EEUU en uno de los cónclaves de la FFF me compre una caña de tres tramos, los cuatro tramos no existían todavía, tenía 10 pies y medio, lo que hoy sería una caña switch y una DT sink tip. Esa caña la compre pensando solo para pescar el pool de Las Viudas, que está a 45 minutos de caminata de La Boca rio abajo, porque durante muchos años todos los días me iba caminando hasta Las Viudas por la orilla izquierda del río que para mí es la mejor para pescar ese lugar, donde por supuesto que hay que hacer solamente roll porque uno tiene la montaña encima. Con ese equipo cruzaba el río. Después cuando ya me hice grande y perezoso, lo deje de hacer porque la caminata era larga. Lo bueno que tenía era que siempre estaba solo, salvo un día que tuve de compañía un puma hembra, se le veían bien las ubres, cosa que no me gusto mucho porque si tenía la cría cerca se podría poner molesta. Pero no, estuvo alrededor de una hora acostada, mirándome desde unos 60 mts y finalmente se fue. Como te digo, con cualquier equipo se puede hacer roll. Lo importante es que le tomemos la mano a nuestra caña de cuanta línea puede manejar y ser cuidadoso si estamos pescando con líneas sinking de no dejarla hundir una vez que la hemos posicionado por delante nuestro porque vamos a gastar mucha de la energía de la caña para sacarla de abajo y vamos a hacer el delivery roll con la poca energía que nos queda, y por lo tanto nos va a salir defectuoso. Cuando aprendes el roll es cuando dejas de pelear contra el viento y te haces amigo de él. 

  FD: Vamos a charlar un poco de la técnica para pescar estas marrones grandes y las moscas. 
PG:
“Cuando quieren”, supongamos que es un pescado que esta querendón (risas). En realidad los pescadores argentinos somos todos o casi todos pescadores de truchas migratorias, a todos nos gusta pescar las migratorias grandes. Primero hay llegar a donde están, que a veces no es sencillo, y después hacer nadar la mosca correctamente para que presente su perfil a las truchas la mayor cantidad de tiempo posible
Es fundamental leer el río, yo lo primero que hago cuando llego a un río que no conozco o aun sector nuevo es mirar las corrientes, a veces hay hasta tres corrientes diferentes en el ancho del rio y uno no puede corregir siempre para atrás o siempre para adelante, porque de acuerdo a como navegue la línea uno tiene que ver cómo la va acompañando con la caña. Hay veces que va la caña atrás, a veces va con la línea y a veces que va a delante de la línea para que la mosca nade presentando el perfil al pescado. Para mi es importante además de tirar, como se hace nadar la mosca. Diría que es esencial, porque en cuanto a moscas estas truchas migratorias sino pican por hambre, pican por irritación y cualquier mosca que imite bien a un alevino o a un competidor, si está bien presentada la va a hacer picar o la va a hacer subir. 
Yo pesco solo con tres modelos de moscas, las hago de varios colores que uso según la luminosidad que haya en el momento y no le veo mucho más misterio que ese. El otro día estaba charlando con un pescador acá en el río, por ahí abrió sus dos cajas de moscas y me las mostro y cuando vi la cantidad y variedad de moscas que tenia pensé, “pobre que difícil le deber resultar elegir una”. .. Yo llevo en una caja 10 o 12 moscas y en una bolsita ziploc 6 o 7 moscas más atadas tipo tráiler y muy largas de 14/15cms y como no consigo cajas para ese tamaño en la bolsita van perfecto y al enrollarla ocupa muy poco lugar. De esa manera me resulta muy fácil elegir una mosca.

FD: ¿Y cuáles son esas tres moscas?
PG: Un modelo es un streamer que no sé cómo se llama, hace muchos años lo encontré al lado del río, lo ate y lo puse en el agua para ver como nadaba y me gusto tanto que lo empecé a usar y me dio gran resultado, es muy elemental, una cola hecha con dos plumas grizzly naturales más algunas hebras de kristal flash y 4 o 6 fibras de pavo real, cuerpo de tinsel plateado o dorado y un hackle collar en la cabeza, la ato en tres colores: grizzly natural, amarillo y negro y en diferentes tamaños, últimamente la estoy atando tipo tráiler y bastante larga para el Limay superior. Una vez un americano me dijo que era una mosca de SW llamada Deceiver llevada a tamaño río, no sé, puede ser, para mi es la NN. Otro modelo es la blonde, cuando no, con esa mosca se puede decir que aprendí a pescar, en sus colores habituales, platinum, honey, black y la integration. Hace poco estaba viendo una mosca, la Sunrise Shadow, atada como tube, que es una integration, salvo que en el mismo mechón le ponen los dos colores, blanco abajo y negro arriba.

FD: Lo que pasa es que cuando le sacan el tubo le ponen sunrise shadow.
PG:
Lo único que no tiene la integration blonde son las plumas de pavo real. Y después hay otra blonde que es la giddy blonde, que es cola naranja y el ala negra, con esta como les dije saque mi trucha más grande en la Boca. Ayer mi amigo Juan me ve la Giddy blonde y me dice “no me has dado ninguna de esas”. Le regalo una a él y otra al hijo. Juan saco a la tarde un pescado de cinco kilos con la mosca que le di. Pero estoy convencido que si hubiera sido otra blonde también lo pescaba. Si la mosca está bien puesta, la presentas bien, la haces pasar bien y el pescado esta activo para comer o irritable lo pescas también, no me cabe ninguna duda. 
Lo que me gusta de las moscas es que sean flacas, las de cuerpo gordo no me gustan. Algo que es novedoso, al menos para mí en estas dos últimas temporadas, son las moscas atadas con el sistema de anzuelo trailer. Yo estos días estoy teniendo muchos piques falsos, tendría que haber sacado muchos más pescados de los que he sacado pero o me agarran la cola de la mosca que después viene metida por debajo del anzuelo o se ve el borbollón que queda y ni la tocan a la mosca, es como que pican corto. Trato de hacer stripping más lento pero por algún motivo le están errando. Creo que este tipo de mosca al tener el anzuelo más cerca de la punta de la cola puede solucionar en parte este problema.

FD: Se están quejando todos, están usando una blonde más cortita. Le han acortado la cola para no tener piques cortos, están usando moscas de 6, 7 centímetros para que la tome de lleno.
PG:
Por lo visto el problema es general y no se a que se debe. Yo veo que esta temporada el rio está más bajo que en otras y como consecuencia de esto noto que la corriente está más lenta, estos dos factores le tendrían que permitir llegar más cómodas a su presa, pero tal vez también las ponga más alertas. Esto es lo divertido de la pesca, no siempre dos más dos es cuatro.

FD: La marrón cuando esta activa o uno la irrita sube. Tiene sentido poner una línea de mucho rate de hundimiento para llegar a ese pescado?
PG:
Yo uso líneas de hundimiento más que nada para que el viento no afecte la deriva de la línea. Al ir esta por debajo de la superficie uno tiene más control y se puede corregir mejor. Lo que dicen los fabricantes sobre los rates de hundimiento, no es lo que sucede en una situación de pesca, donde la línea al tener un punto de apoyo y correntada no logra hundirse tan rápido como viene etiquetado. Yo he controlado en el Limay, que en su mayor parte es correntoso, tirando a 90°la línea deriva en 14/15segundos de los cuales los primeros 4/5 segundos la línea esta sin tensión y es en ese momento cuando más se hunde, después al tensarla la corriente y apoyarse en la caña, mantiene el nivel o tiende a subir por efecto del stripping y esto sucede en 9/10 segundos, por lo tanto no creo que aunque se tire con sinking 8, se logre una gran profundidad. Lo bueno que las marrones cuando se interesan suben, las he visto subir desde 3 mts como nada. 
Cuando empecé a pescar, los días de temporal me complicaba la deriva, el viento además de aumentar la velocidad de la corriente, me embolsaba la línea. Yo quería solucionar eso porque esos días me gustaban mucho, entraban truchas al rio y además con ese viento no iba nadie a pescar. Primero conseguí una wet tip de 3 mts de hundimiento 2, después encontré la wet belly de 6 mts de hundimiento 2, y por fin apareció la wet head de 9mts de sinking 3, y mi pesca iba mejorando a medida que conseguía esas líneas. Todo ese proceso llevo 3 o 4 temporadas. Te estoy hablando de hace casi 40 años.
Un día me pongo a pescar en la Boca a media tarde, era al final de la curva, aguas abajo de donde hacíamos el picnic. Como no venia nadie pescando puse una Grasshoper, con la intención de ir pescando rio arriba, como se pesca con seca normalmente. Había recorrido unos 20 mts y ya estaba tirando en agua de más o menos 2 mts de profundidad y en el momento en que la mosca empezó a patinar y yo moví la caña para volver a tirar, me subió una marrón que de haberla agarrado hubiera sido la trucha de mi vida ,pero no, al mover la caña le saque la mosca de la boca ,salto fuera del agua y al caer me mojo la cara, todo eso ocurrió a 10/12 mts de donde yo estaba, la vi absolutamente toda, era inmensa, y yo estaba acostumbrado a ver truchas grandes, pero no como esa. El Bebe me dijo que si hubiera pescado la Grasshoper como se debe o sea patinando, es probable que la hubiera agarrado. Y ese bicho subió a una Grasshoper #10 desde 2mts, igual que la de 7 kgs del Bebe tirando contra el lago, a una mayfly #10, cargadita de materiales. O sea que subir suben. Y no le hacen asco a nada.

FD: Hace rato dijiste que el Limay de hoy es lo que era el Chimehuín antes. Las técnicas cambian un poco, son las mismas de antes?
PG: Cambian pero no mucho, pero lo que pasa es que las técnicas cambian en el Chimehuín también. Creo que pocas veces lo he visto tan bajo como estos dos últimos años, es imposible pescar el Chimehuín en esta época con agua tan baja con shooting y hoy todo el mundo se baja con un shooting, se la pasan enganchando todas las piedras del fondo, espantando los peces. Le embroman el río a todos los que venimos por detrás, pero el shooting ya está incorporado y es una cosa difícil de evitar. En cambio en el Limay, por las distancias que hay que tirar creo que un shooting es imprescindible, no tanto por el hundimiento sino por las distancias a lograr. Pero las técnicas no son tan diferentes, al menos yo sigo pescando igual, me estoy haciendo viejo para cambiar.

FD: Dorados se que has pescado en esos primeros viajes al Bermejo. ¿Cómo fue esa experiencia?
PG:
Una sola vez fui al Bermejo y tuve mala suerte porque nos llovió a los dos días de estar y por algo se llama Bermejo, quedo de ese color! Pude agarrar dos dorados con mosca. Uno bárbaro de 9 kilos y después el otro era más chico. La experiencia fue cortita pero muy linda porque los dorados tomaban en el agua rápida, eso sí donde agarraban había que correr hasta el pozón porque no paraban, fue una experiencia divertida. Después lamentablemente nos llovió y se puso frío y nos llevaron a pescar a un río no recuerdo el nombre pero creo que era el río Pescado. Un río como el Malleo pero lleno de dorados en el fondo, a los que les tirábamos con todo y no se movían. Después se ensucio el río y nos tuvimos que volver.

FD: De ahí repetiste
PG:
No, con mosca nunca más repetí el dorado y realmente con trolling no me divierte así que deje de ir hace bastante a Corrientes. Qué se yo, a mi me gusta la cordillera.

FD: ¿Y fuera de la Argentina has pescado?
PG: Si pesque en EEUU y pesque en Alaska, que es una pesca horrible. Pesque el Silver salmon en el río Kanektok, donde quienes tenían el campamento se llamaban Dave Duncan and Sons. La parte de los Duncan me la organizo Mel Krieger. Lo agarramos un poco tarde, era fines de agosto, las últimas semanas de la temporada. Cuando vi el río dije “esto va a ser fantástico”, ancho, rápido. Resulta que los salmones no están en aguas rápidas, están en unos brazos que terminan a 50/70mts del rio, no recuerdo el nombre, algo así como slougthers, que en época de deshielo cuando el río esta crecido están llenos de agua y después se secan y los tipos están ahí en esa agua quieta o sea que fue una pesca bastante aburrida y eso que estábamos a 6 o 7 km del mar. No me divirtió, es como pescar en un lago, una pesca muy tonta y eso que sacamos silver hasta de 6 kgs y muchos, pero indudablemente la dificultad incentiva y no el tamaño o la cantidad. Lo realmente interesante fue conocer una comunidad esquimal en un caserío llamado Quinhagak, ver su forma de vida, como pescan, como cazan y lo tienen que hacer en el corto verano para poder alimentarse en invierno, que es muy crudo y largo, aunque parezca mentira semejante pedazo de rio se congela por completo. 
Un día íbamos cambiando de lugar en lancha y al salir de una curva vimos a un oso enorme al lado del agua, cuando nos vio salió como si hubiera visto al diablo hacia el bosque, el guía nos decía que están muy perseguidos por los esquimales que aprecian mucho su carne.

FD: ¿Al río Grande has ido?
PG:
Si he ido muchas veces, es un río bárbaro y tiene unos pescados inmensos, ahí tengo mis pescados más grandes, pero que tampoco fueron los más divertidos, porque es a ver qué pescado emboca uno. Me acuerdo un día que estábamos pescando un lugar que se llamaba “el maxi”, era muy chiquito, y en un recorrido de 60 metros estuvimos todo el día pescando, éramos tres y sacamos 25 truchas de la mañana a la noche. Era infernal lo que salía en ese lugar, eso sí cuando picaban había que correr 100 metros aguas abajo porque te sacaban del pozón. Y ese día, saque con una diferencia de una hora y media una marrón hembra de 12,200 kg y un macho de 11 kilos y pico. De los tres, un amigo mío pescaba muy bien también, y me tocaron a mi o sea que es suerte indudablemente porque nadie dice “le voy a tirar al de once y no al de seis”.

FD: Que pensas de lo que se dice de los pescadores argentinos? tenemos la costumbre de querer tirar lejos y no pescar tanto el río, no mirarlo, no ver dónde está la trucha, que por ahí la trucha esta al costado y las pisamos.
PG:
Yo empiezo a pescar apenas moja el agua el zapato, y he espantado pescados incluso haciendo eso. Pero generalmente los pescados están lejos, no sé si es porque antes ha pasado otros y los han espantado a la otra orilla.
Yo me acuerdo en uno de los conclaves de la FFF, en Spokane, en el estado de Washington, quería comprar una caña de grafito cuando empezaron a salir. En el stand de Sage estaba un diseñador famoso de cañas llamado Jim Green, la cancha para tirar estaba al lado del stand, imaginate, bajo techo, sin viento,y con una buena caña, tiraba toda la línea como si nada, el tipo me miraba y por ahí se levanto y vino a leer el cartelito que me identificaba, cuando lo leyó dijo “ah Argentina”, como diciendo todos quieren tirar lejos.

FD: ¿Ibas a competir?
PG:
No, viajaba porque me gustaba, quería ver. Tuve la suerte de conocer a grandes pescadores de allá. Bueno, Jim Green inventó todo.

FD: Jim Green Invento todo, invento la HMG, se va de Fenwick, arranca Sage y desarrollo el primer shooting taper para concurso que después se adapto.
PG:
Si, creo que fue el primero que empezó a usar monofilamento como running line, era un fenómeno el tipo. A Lefty Kreh, tuve la suerte de conocerlo, y de tener una experiencia maravillosa. Estuve tirando con él más de una hora, el estaba haciendo una clínica y yo estaba en primera fila mirándolo embobado. Quería verlo de cerca y por ahí dice “necesito uno que tire y me dice “vos, y me puso ahí”. Yo ya tiraba bien en esa época, entonces me decía tira así, corregí acá, hace esto o aquello, cuando me vio tirar me vino a mirar el cartelito a ver de donde era. Me tuvo como una hora tirando y explicándole a los otros distintos conceptos. Estar una hora con un tipo de esos, fue una experiencia fantástica.
Pero competir no, no me gusta. La única vez que competí fue en la Asociación, en dos concursos de casting de distancia… me mataron, me pasaron por arriba! Lo que tiraban esos muchachos en el pasto no tenía nombre. La única vez que gane fue en un concurso de la Asociación en Sierra de la Ventana, que lo gane tirando cuesta abajo y viento a favor, tire 40 y pico de metros, vino una ráfaga y la aproveche (risas). Me mataban esos muchachos. Había uno que cada vez que tiraba se ponía guantes, cuando terminaba se los sacaba. Tiraba 35, 40 metros todos los tiros. Ahora bien, en la temporada siguiente yo estaba pescando en el Chimehuín y llega un coche, cuando se bajan uno de ellos era este muchacho. Era un día soñado, no se movía una hoja y yo había puesto una montana chiquita y estaba pescando en el run, y justo cuando llegan me pica una marrón de unos 5 kilos, el entusiasmo que les agarro es indescriptible, habrán pensado que el río estaba lleno de marrones. Yo veía que el lago se rizaba cada vez más y más. A las dos de la tarde era un ciclón, y estos muchachos empezaron a querer tirar por arriba de la cabeza y no podían, luego de espaldas al río y tampoco podían. Terminaron a las cuatro de la tarde yéndose. Yo me decía, en el pasto somos todos campeones, pero en el río es distinto. Bueno yo termine pescando con roll sin ningún problema y el tipo que en la competencia que yo decía “me mató”, en el río no podía hacer nada. “Corriente, viento, olas y el manejo de la línea es distinto”. Como decimos en el campo, “en la cancha se ven los pingos”.

FD: ¿Pescabas la Boca y el río? ¿La Boca solamente?
PG:
Pesque todo, durante mucho tiempo pesque el río, pero con la Boca me agarró una cosa que no podía dejar de ir. Siempre hacía una pasada por el río, me gustaba mucho la zona del Currhué. Caminaba los 45 minutos sin problema, muchas veces salía de la hostería caminando a la mañana temprano cuando sabía que había gente en el Currhué y cuando llegaba una y pico de la tarde y la gente se volvía a almorzar y me llevaban de vuelta a la hostería, así que me hacía todo el recorrido. El río de a tramos lo camine todo, desde Junín hasta Putkamer y de la Boca hasta la Balsa Vieja. El recorrido de Larminat es fantástico también, donde el río se aleja del camino hay lugares espectaculares. Pero una vez que le encontré la vuelta a la Boca no me sacaba nadie, y cuando mas viento había más me gustaba ir y lo bueno que tenía era que estaba solo.

FD: ¿Y las grandes arco iris?
PG:
Yo una sola vez tuve la suerte de agarrar una arco iris muy grande, el último día de la temporada en el pozón de la curva. Después nunca más saque arco iris grandes en la boca, porque a principio de temporada estaban muy flacas, muy feas Estaban recién desovadas, no se habían recuperado.
Precisamente me parece una directiva muy acertada la que prolonga el inicio de la temporada en la Boca quince días más, antes era el quince de noviembre, ahora el 1 de diciembre creo que abre la temporada en la Boca y pregunte porque y me dijeron que justamente es para preservar la cama de desove y de paso darle oportunidad a las arco iris que se vayan al lago y no pescarlas porque no es agradable pescar una arco iris en ese estado. No sé qué paso ese fin de temporada que te cuento, yo la vi a la trucha, estaba arriba del tronco, se veía que era un pescado importante pero el viento no me permitía ver que era y ultima hora le tiré y la pude pescar, una arco iris de 6 kilos muy linda. Pero no sé porque estaba ahí, ya era 15 de abril.

FD: Recuerdos del Bebe Anchorena? Cómo pescaba y como casteaba?
PG:
El Bebe era una cosa fantástica, tenía el don de hacer todo bien. Tenía un estilo impecable, era zurdo, el primer tramo de la Boca hasta el puente lo pescaba con el viento a favor o sea le venía de derecha a izquierda y hacia overhead y del puente para abajo lo hacía con roll. Pero tiraba bien en cualquier lado, con cualquier viento, tenía un roll bárbaro y hacia unos cambios de dirección fantásticos, a esos sí que se los copie, presentaba la mosca siempre bien, pescaba bien con mosca seca. Que se yo era un tipo completo. Un gran amigo (emoción al recordar un amigo)… soy de lágrima fácil cuando hablo de tipos que quise. Pero ese si era una persona bárbara y jamás, jamás, jamás lo escuche hacer una crítica al ver pescar a alguien como él no le gustaba. Más vale los corregía, pero nunca lo vi criticar. Lejos el mejor pescador que he visto. No era el maestro ciruela, te daba dos tres indicaciones y se iba. Después volvía y te indicaba que estabas haciendo bien o mal.

FD: ¿Y Morena?
PG:
Tiraba bien, era muy prolija, no tiraba grandes distancias porque usaba caña de bambú y no la forzaba. La única mujer que yo veía pescando, era fantástica Morena y Horacio dos personas sensacionales. Son los primeros que me dieron bolilla ahí en la Boca cuando yo era un desconocido. Yo lo veía a Horacio Quirno que me miraba de lejos y se sonreía, así que se me acerca y me dice “¿Qué sos de José Miguel Guisasola?”. Le digo es mi padre, y me dice “¿es arquitecto?”, “si, le digo”. Y me dice “fuimos compañeros de facultad con tu padre”. Después cuando yo iba a Buenos Aires, los llamaba para encontrarnos. Era gente muy linda.

FD: Voy a una pregunta un poco más filosófica. Que es para vos la pesca con mosca, si tuvieras que contarle a alguien que no sabe nada, no solamente en cuanto a la pesca, un todo, que es lo que sentís?
PG:
Yo te digo, que es una forma de vivir, a mi realmente me cambio la vida, me hizo ver las cosas de manera diferente. Yo venía de ser pescador de mar, así que no le tenía mucho respeto al pescado que sacaba. La pesca con mosca me hizo respetar al pescado, me hizo respetar el ambiente, me hizo respetar más al otro pescador, aunque soy respetuoso por educación, a pesar de que me indigno cuando un tipo viene y se te pone a pescar adelante. Conocí lugares que jamás hubiera imaginado, no se me hubiera ocurrido ir a los conclaves que había en EEUU, o lugares como Spokane, como Alaska. Conocer gente, en Alaska conocer esquimales, ver como pescaban con una red haciendo un semicírculo con la lancha. Tener esas vivencias, es difícil de explicar. Yo vivo para pescar, me la paso pensando en pescar con mosca los 365 días del año. Me la paso mirando cosas en internet, hace varios años que manejo la computadora y miro catálogos, organizo los equipos y dos meses antes de ir tengo todo listo y los armo y los desarmo todo el tiempo, porque es algo que es más fuerte que uno, me cambió la vida.

FD: La caña de dos manos. Que te motivo y te hizo agarrar una caña de dos manos.
PG:
Estando en Tierra del Fuego hace 12, 14 años, había un guía con dos americanos y tenían caña de dos manos y me arrime un poquito para ver sin molestar, y los veía hacer una especie de single spey, el spey clásico con cañas muy largas. Yo veía que los tipos estaban muertos, con semejante caña y el viento que soplaba, así que le dije a mi amigo: “esto es una pavada, estamos pescando con cañas de 9 pies para línea 8, para que necesitas semejante cañón”, pero me quedo el tema. Después charlando con Anchorena y Nick Rotz quien pescaba salmones en Islandia con caña de dos manos, Anchorena me decía; “los ingleses me matan, sacan muchos más pescados que yo”, porque él seguía pescando con caña de una mano. Pero hace tres o cuatro años, yo veía que terminaba la temporada y no había nada que me incentivara a agarrar equipos de mosca y practicar durante el invierno porque no le veía sentido. Un día pensé en la caña de dos manos para aprender la técnica, no para pescar. Entonces me conseguí mi primer caña de dos manos que es una Echo de 12 pies 6, para línea 6 y cuando empecé con eso es como que empecé a tomar droga. Abandone todo lo otro, y desde entonces practico 6 horas por semana en el pasto, me atrapo de una manera increíble. Eso sí, me costó dos temporadas balancear el equipo bien. Venía todo dispuesto a pescar y agarraba el río y no la podía mover a la línea, estaba todo desbalanceado, un disparate. 
En realidad nunca he estado cerca de nadie que tire bien salvo Juan Sacconi, el único. Entonces cuando uno tiene que aprender una técnica sin nadie que le indique es muy difícil. Pero es muy divertido, muy técnico y este es un río especial para eso, se me termino el problema de los obstáculos atrás. Pero reconozco que yo no estoy haciendo el spey tradicional ni nada de eso. Estoy haciendo dentro de lo que es caña de dos manos lo que me resulta más fácil que es el skagit. Cuando hay poco viento uso el scandi también, pero me falta mucho. 
El problema que yo les comentaba antes es 350 días sin practicar o practicando en el pasto que no tiene nada que ver con el agua y después solo 15 días pescando, se hace difícil. Me pregunto cómo jugaría Messi en esas mismas condiciones Pero me parece sensacional, la eficiencia para cubrir el agua, para hacer nadar la mosca, realmente si uno sabe pescar aprovecha mucho más el río.

FD: ¿Que caña usas?
PG:
Echo, tengo tres. Una vez me preguntaron porque las ECO, son las que pude conseguir, son baratas. Usar una caña que en EEUU cuesta 800, 900 dólares como la Sage para usarla 15 días al año, me parece un despropósito. En cambio con las ECO al valor al que uno las consigue puedo tener tres, tengo una 13´para línea 7, que solo la uso en la Boca aunque este año no pesque ese lugar, le disparo a los lugares donde hay mucha gente. La 12’ 6’’ para línea 6 que con eso pesco tranquilamente todo el río y ahora compre este año una switch de 10 pies 8 pulgadas para línea 5, para ríos más chicos aunque también la uso en el Limay. Le puse un skagit switch de 360 grains y pesco perfecto con esa cañita.

FD: Que consejo le darías a alguien que recién empieza a pescar?
PG:
Que practique, que sea prolijo para tirar, que pula el estilo, después viene la distancia. Hay que aprender los principios del casting para poder autocorregirse cuando se hace algo mal. Primero aprendan a pescar, como son las corrientes del río, como son todas las cosas que ocurren en el agua y que trate de pasar la mosca bien. No importa tener 60 moscas distintas si uno no las pesca bien. Ponerse en el lugar del pescado. Mirar a las truchas en el agua, así se aprende un montón. Observar, pescar bien, no obsesionarse con los shooting, ni con la distancia y practicar mucho.
Y si me permitís antes de terminar me gustaría decir dos cosas. La primera es que tuve la suerte de pescar o ver pescar a muchos pescadores famosos, esos de quienes leíamos sus libros o artículos, la mayoría eran buenos pescando con mosca seca, pero no vi a ninguno que le haya encontrado la vuelta a las grandes marrones, salvo Joe Brooks a quien no llegue a conocer, pero tanto Bebe como Jorge Dónovan definían como un caster y un pescador excepcional. Ahora pescadores argentinos con mayúscula y en cualquier lugar eran Bebe y Eliseo Fernandez quienes ya no están, y quienes si están y son fantásticos pescadores como Chiche Aracena, Cachin Roa, Marcelo Morales y seguro que hay mas a quienes no conozco. Para pescar las grandes marrones migratorias no hay como los pescadores argentinos.

Lo otro, y más importante en mi vida de pescador son los amigos que la pesca me dio, lamentablemente muchos ya no están, pero les aseguro que los llevo a todos en mis pensamientos y en mi corazón.

FD: Muchas gracias Pedro.