Desde: 20/04/2015
Hasta: 20/04/2015
Tipo de Agua: Agua dulce
Especies: Trucha arcoiris
Las últimas tucuras
La semana pasada recibí un llamado de mi amigo Esteban Psenda, presidente del Grupo Conservacionista del Río de los Espinillos, para contarme que las lluvias habían cesado, por lo que proliferaron una gran cantidad de langostas pese a que los primeros fríos ya comenzaron. Esta temporada fue lluviosa por demás, el rio no terminaba de bajar que volvía a crecer nuevamente limitándonos al uso de ninfas y anulando así la posibilidad de realizar esa cautivante y explosiva pesca con tucuras que sólo se da en estas latitudes.
Automáticamente coordinamos y el domingo a la noche ya nos encontrábamos camino a los Espinillos con la compañía de un pollo que está creciendo rápidamente, Alejandro Simbrón. Paramos en la confortable cabaña que el Grupo mantiene Ver más...Las últimas tucuras
La semana pasada recibí un llamado de mi amigo Esteban Psenda, presidente del Grupo Conservacionista del Río de los Espinillos, para contarme que las lluvias habían cesado, por lo que proliferaron una gran cantidad de langostas pese a que los primeros fríos ya comenzaron. Esta temporada fue lluviosa por demás, el rio no terminaba de bajar que volvía a crecer nuevamente limitándonos al uso de ninfas y anulando así la posibilidad de realizar esa cautivante y explosiva pesca con tucuras que sólo se da en estas latitudes.
Automáticamente coordinamos y el domingo a la noche ya nos encontrábamos camino a los Espinillos con la compañía de un pollo que está creciendo rápidamente, Alejandro Simbrón. Paramos en la confortable cabaña que el Grupo mantiene con amor y la colaboración de sus miembros. Cabe destacar que por un irrisorio valor todos podemos tener acceso a la misma para conocer este majestuoso lugar y su emblemático río.
Las primeras horas de la mañana se presentaron frías. El río bajaba claro pero con 30 cm. más de agua que lo habitual debido a una lluvia repentina del viernes por la tarde en el filo serrano. Los primeros piques no se dieron hasta que el sol de media mañana comenzó a excitar a las mangas que se rotaban los pastizales de un lado y del otro del río. Las subidas eran violentas como siempre, sacando la mitad del cuerpo afuera y cacheteando el agua de un coletazo para volver a sumergirse con su suculento caramelito en la boca; muchas veces le pifiaban haciendo volar el hopper con al oleaje pero lo encaraban nuevamente con mayor precisión y voracidad brindando un espectáculo tal vez comparado con el de aguaciles en los lagos de Patagonia Norte.
Usamos dos tipos de modalidades, en corrientes moderadas tirábamos río arriba para que pareciera que ésta traía una tucura a la deriva y en aguas lentas pescabamos al golpe, acompañado de un pequeño toque de puntera para generar vibración, como si una langosta nadara desesperada, lo que probocaba la irritación instantánea de las truchas, ganándose la partida siempre las más grandes que en ocasiones superaron los 40 cm. mientras que las más chicas no bajaron de los 30 cm.
El patrón que más resultados nos dió fue la Dave's Hopper green body en #8 y #10. Que la mosca sea de materiales naturales aquí marca la diferencia, sólo el abdomen puede ser de goma eva o dubbing sintético, lo demás, pelos y plumas. Usamos cañas #3 y #4 de 8' a 8'6" con líneas de flote WF, leaders de 10' y tippet 4X.
A diferencia de otros momentos de la temporada en los que las mejores horas son las primeras y las últimas, cuando se sucede este espectáculo las horas pico son entre media mañana y la siesta, brindándonos así una jornada de pesca más extensa. Los mejores meses son enero, febrero y marzo siempre y cuando las lluvias de verano se den esparcidas y el clima se encuentre caluroso y seco.
Para quienes no lo conocen, el Rio de los Espinillos posee todas las características de los ríos cordobeses pero a diferencia de la mayoría, éste es más ancho y posee un mayor caudal de agua, lo que genera situaciones de pesca de las más variadas; junto a la extensión del tramo protegido por el grupo y la gran población de truchas sanas y bien cuidadas hacen de éste un lugar que puede soportar la visita de varios pescadores por día, teniendo la posibilidad de dividirse los tramos a lo largo de la jornada.
Ya de por si pescar en Córdoba es una experiencia maravillosa, tanto por sus imponentes paisajes como por la sutileza y concentración que conlleva la pesca a pez visto en aguas tan sensibles pero no en toda la provincia se da el fenómeno de las langostas, por eso no sólo recomiendo sino que también invito a que todos una vez en la vida experimenten la espectacular, divertida y emocionante pesca con tucuras.