A fines de agosto recibí noticias de que el río Dulce estaba muy bien poblado de doradillos y que estaban bastante activos a pesar del frío, y que por supuesto, los grandes de siempre también estaban presentes. Eso es lo bueno de este río, uno sabe que los dorados siempre están, solo hay que lograr tentarlos…
Arme entonces un viajecito de 2 días y medio de pesca basándome en la ciudad de Loreto, dada la cercanía a las zonas de pesca que elegí, que fueron la estancia La Pirucha, y el Puente de La Dormida.
El clima fue muy variable, la primer tarde de pesca en la zona de La Pirucha, estuvo soleado con una temperatura de 33° C, y por supuesto que los dorados estuvieron muy activos. El río se encontraba bajo, lo cual permitía vadear sin problemas, excepto algunos pozones pro Ver más...A fines de agosto recibí noticias de que el río Dulce estaba muy bien poblado de doradillos y que estaban bastante activos a pesar del frío, y que por supuesto, los grandes de siempre también estaban presentes. Eso es lo bueno de este río, uno sabe que los dorados siempre están, solo hay que lograr tentarlos…
Arme entonces un viajecito de 2 días y medio de pesca basándome en la ciudad de Loreto, dada la cercanía a las zonas de pesca que elegí, que fueron la estancia La Pirucha, y el Puente de La Dormida.
El clima fue muy variable, la primer tarde de pesca en la zona de La Pirucha, estuvo soleado con una temperatura de 33° C, y por supuesto que los dorados estuvieron muy activos. El río se encontraba bajo, lo cual permitía vadear sin problemas, excepto algunos pozones profundos en donde se mostraron algunos dorados de los buenos, los cuales no logre tentar ya que quedaron fuera de alcance… Si pude sacar 4 doradillos, que estuvieron entre el kilo y dos kilos y medio de peso, que presentaron una batalla terrible... realmente costo doblegarlos... Los mismos fueron tentados con moscas tipo nemesis combinadas negro/rojo, y negro/blanco con ojos de cadena o de plomo, y otra tipo mojarra con sistema anti-enganche (ver foto), la cual estuvo a prueba y resultó bastante efectiva. No pude obtener ninguna respuesta con moscas del tipo titanic o imitaciones de ratón, a pesar de haberle dedicado bastante tiempo, sobre todo en las enrramadas costeras y correderas bajas en donde se veía mucha actividad en superficie. El equipo utilizado fue una caña #7 con línea de flote debido a que realmente el viento soplaba con fuerza, y el río bajo obligaba a hacer tiro largos, de lo contrario se espantaban enseguida, incluso hubo que pescar río arriba (al mejor estilo de truchas educadas), ya que río abajo, no había manera de acercarse a estos desconfiados doradillos y desaparecían de inmediato. También al pescar en las enrramadas y troncos más viejos, es necesaria una caña con potencia para controlar a un dorado de los buenos, que créame… no es nada fácil… y va a tratar de volver a su guarida a toda costa. Yo ya he ido a este río con caña #5, y si bien la sensación de pesca es excelente, y para los doradillos anda perfecto, nos vamos a encontrar con los siguientes inconvenientes: requiere muy buena técnica de lanzamiento para efectuar tiros largos con moscas voluminosas, siempre limitado a que haya poco viento, también al enganchar en las enrramadas la línea está al límite del corte siempre (ya que la #5 tiene menor resistencia) y hay que usar un pedazo de tippet o monofilamento de baja resistencia como fusible, y como si esto fuera poco, siempre estamos al límite en caso de obtener un pique de dorado de los grandes.
Durante la noche paso un frente frío, que elevo la presión en 20 milibares y genero un brusco descenso de temperatura, si bien no genero gran cantidad de nubosidad y el sol estuvo siempre presente, la temperatura máxima llego solo a 16° C. Ni que hablar de los -1° C que había cuando llegue a las 7 a.m. al puente de La Dormida. Como si esto fuera poco, el río estaba color chocolate, con mucha espuma, producto seguramente que habían largado agua del dique Los Quirogas, lo cual afectaba la claridad del agua notablemente, pero por otro lado podría llegar a activar a los dorados, sobre todo a los más grandes. La realidad era que no había actividad alguna en superficie, y luego de los infaltables mates, arme nuevamente mi equipo #7, esta vez con una línea sinking tip clear y ate una mosca tipo nemesis negra/roja con sistema anti-enganche para intentar peinar el fondo de una corredera. Esta vez cambiaríamos la técnica, tiros 45° corriente abajo, sucesivos mends para lograr largas derivas con muy pocos strips y estos más bien cortos, pero bien al final de la deriva. El resultado no se hizo esperar y los piques se sucedieron uno tras otro, y a medida que se acercaba el mediodía y el sol comenzaba a elevar la temperatura, los piques se incrementaron al igual que los portes. Tan bien comenzaron a activarse los dorados más grandes y ya podía vérselos en superficie. Al mediodía tuve un pique de los buenos, pero lamentablemente se soltó enseguida, supuse que producto del sistema anti-enganche, que había provocado que este no se clavara bien. También por la mañana había perdido dos piques más con el mismo sistema anti-enganche, con lo cual mi conclusión fue que por un lado nos ahorra moscas y por el otro, perdemos piques (que en mi caso llegó a aproximadamente un 50 %). Cabe destacar que en 2 días y medio de pesca perdí solo 4 moscas, siendo que el año pasado, en solo 2 días perdí más de 25...
Por la tarde, el río fue aclarando, la temperatura llegando a los 18 * C, y los piques se sucedieron, pero esta vez, use el anzuelo sin sistema anti-enganche, ya que no quería perder más piques. Estaba decidido al todo o nada. Volví a la misma corredera en busca de ese dorado, el cual logre clavar y nuevamente luego de unos minutos de pelea logró desengancharse del anzuelo cuando lo intente parar al huir corriente abajo directo a su enrramada. Nuevamente la frustración me invadió, me senté en la arena mirando la corredera y pensando que hice mal...!!! Y luego de un rato, mi respuesta fue: probablemente nada...!!! Era solo un buen dorado...un dorado que nunca se mostró, y que no dejó ver su verdadero tamaño, pero que era de esos que nos logran quitar el sueño ... Comprendí también que lleva allí mucho tiempo y ha visto de todo: señuelos, moscas, anzuelos con carnada, yo-yo, redes, etc, y aprendió muy bien a sobrevivir...
Como conclusión, el río Dulce hoy tiene una excelente población de doradillos, y de dorados de los buenos, mucho más difíciles de tentar y ni que hablar de sacarse una foto con ellos...pero, que mejor desafío para un mosquero...!!!
Muchas gracias y buenas pescas...